martes, 18 de enero de 2011

III Cross Ciudad de Ávila

En tropecientas palabras: "IM-PRE-SIO-NAN-TE". Sé que con esta carrera no puedo ser muy objetivo puesto que se celebró en la ciudad que me vio nacer, crecer y ahora arrastrarme por las calles y caminos. Y fue organizada por el club Ecosport, al que tengo el gusto de pertenecer aunque no soy precisamente el socio más activo.


¡Ole, Ole y Ole! la carrerita que se han marcado los compañeros de Ecosport
 Con estas bases está claro que sólo puede ser un éxito pero además, amaneció un hermoso día totalmente despejado y con la temperatura ideal para practicar deporte al aire libre. El pre-carrera está poniendo el listón muy alto...

La carrera daba comienzo a las 12:00 pero era necesario ir al Parque de El Soto antes de las 11:00 para la recogida del dorsal. Aquí nos encontramos con la primera sorpresa que nos reserva esta carrera: junto a la entrega del dorsal, nos invitaron a un café, todo un detallazo...

Después del café (sirve de quemagrasas, según dicen por ahí) nos cambiamos, manga corta y mallas cortas, y comenzamos a calentar recorriendo el circuito. La temperatura era ya magnífica y el entorno... mejor verlo. Siento no tener fotos del Soto, he tenido que tomar prestada esta:



Llega la hora, nos colocamos en la salida unas 550 personas aproximadamente. Mi objetivo es muy claro, no pasarlo mal y si puedo hacer los 8,5 km en 50 minutos ya... ¡Bang! estampida. El recorrido es muy variado: camino, hierba, alguna zona más dura y un poco de barro, no demasiado. Mis sensaciones iniciales no eran malas pero tenía claro que mi ritmo era de unos 6 min/km y si al final quedaba algo, subir un poco.

En seguida se estiró el pelotón y el grupo de los populares se distanció de nosotros, el grupo de los muy populares o demasiado poco populares, según se mire. Gracias a esto, casi toda la carrera la pasé sin agobios ni aglomeraciones por las zonas más estrechas del recorrido. Paso por todos los puntos kilométricos cada 6 minutos y algún segundo, fenomenal, mis pulsaciones se mantuvieron constantes entre 175 y 178, esto ya no tan fenomenal y el último medio km casi a tope. Final.

Objetivo cumplido. No me he resentido de ninguna lesión (gracias Señor X, aunque no sepas que he quebrantado la condicional), he conseguido mantener un ritmo "cómodo" toda la carrera y, por fin, acabar fuerte.

En la meta esperaban varias sorpresas de la organización. La recogida de la bolsa del corredor estaba dividida en varios puntos, organizados por la talla de la camiseta. Me fui directo a la que vi más grande, la XL, y pese a llegar de los últimos ¡había talla!. Me dieron la citada camiseta, una bolsa de deportes, fruta, zumo, una botella grande aquarius, barrita energética, galletas y más cosas... creo que bastante completa.



Por supuesto, esto no era todo... nos agasajaron a los atletas con bocatines, carne guisada de avileño y yemas de Ávila. Vamos, para recuperar todo lo perdido. Increíble el despliegue. Después de todo esto, tuvo lugar la entrega de premios y un sorteo de regalos en el que, como es tradición, no me tocó nada. Pero es que ya sería demasiado.

El precio de todo esto... ridículo, 10 eurillos de nada. Cómo decía el eslogan de una conocida marca de telefonía fija: "pocas cosas cuestan tan poco".

Espero y deseo que al año que viene se repita esta carrera y animo a todo el que no la conozca a que se acerque a pasar un buen rato. Todos nos merecemos que nos mimen... ¿o no?

Mi más sincera enhorabuena a los responsables de todo esto.

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