Siento haber estado tanto tiempo distanciado de este, mi querido blog, pero no he encontrado el momento... Lo siento más aún porque se me han olvidado algunas cosas que tenía en la cabeza y que quería poner aquí, pero ya no vale de nada lamentarse.
Estas dos semanas han sido flojas, en el aspecto puramente deportivo, he caminado poco y he corrido menos aunque las sensaciones no han sido malas del todo. Supongo que será por estar más descansado...
En fin, toca mirar hacia adelante y lo que me viene encima es el Circuito de Carreras Populares de Ecosport, al que ya hice referencia hace un par de entradas. El circuito comienza con el plato fuerte, la IX Carrera Urbana Navas Center, que este año se ha ampliado hasta los 10000 metros, haciéndola más atractiva para muchos pero más difícil para otros (entre los que, por supuesto, me incluyo), pero ¿quién dijo miedo? habrá que salir a darlo todo y a disfrutar del ambiente y de la organización.
Al final creo que casi 500 inscritos.
Para terminar, una reflexión a la que quizá no haya que hacer mucho caso: me da miedo pensar que quizá el circuito esté creciendo demasiado y se vuelva difícil de organizar y manejar, poniendo en peligro su supervivencia futura. No olvidemos que este tipo de iniciativas salen adelante gracias al esfuerzo de muchas personas que lo hacen desinteresadamente y a costa de su tiempo libre. Cada año son necesarios más esfuerzo y más voluntarios y puede ocurrir que en algún momento no haya suficiente, mermando la calidad de las carreras (el listón está altísimo). O peor aún... ¿qué ocurrirá cuando los actuales organizadores lo dejen? ¿quién se va a hacer cargo de tanto trabajo?
Espero que esto no vaya a ocurrir y que sea sólo un delirio de mi imaginación. Lo siento, pero a veces soy de un negativo...
pd: no volveré a decir "lo siento"
ES HORA DE CORRER
En este lugar encontrarán algunas de mis aventuras, historietas, vivencias y reflexiones relacionadas con el mundillo del atletismo popular
sábado, 19 de marzo de 2011
miércoles, 2 de marzo de 2011
Andar antes de correr
Parece básico... antes de intentar correr es necesario saber andar o, llevado a mi particular condición de pupas se podría explicar así: "antes de cometer la locura de hacer soportar a tu maltrecho, vago y vividor cuerpo de hacerle correr, aunque te demuestre cada nada que no quiere, que le sienta fatal, sería importante seguir este orden: primero levantarse del sofá, segundo caminar, tercero aumentar la cantidad y calidad del paseo poco a poco y, después de hacer esto muchas veces, ya si eso, correr". Ambas afirmaciones vienen siendo lo mismo.
Pero estos días no sólo he aprendido esta verdad. También he aprendido otra lección muy valiosa: andar rápido no es para nada un paseo.
En estos últimos días, todavía recuperándome de mi última lesión (de la que no me voy a quejar, lo juro), en un golpe de valentía sin igual, he querido probar a salir a andar. Tal fue la locura, que incluso me atreví a andar rápido, no por nada, sólo para que no se me hiciera muy aburrido. Total, que me armé con el mp3 y el abrigo, y me lancé a lo desconocido...
He de reconocer que la experiencia ha sido muy gratificante. No cumplí el objetivo de caminar durante una hora seguida (fue tan gratificante como aburrido), a la media hora hice una parada en casa de mis padres porque, casualidades de la vida, mis pasos se dirigieron hacia allí. Es curioso que puedo correr sin rumbo fijo tranquilamente pero si se trata de andar, la cosa cambia... En cualquier caso, cuando paré iba con el abrigo completamente desabrochado por el calor y con las pulsaciones a tope, síntoma de haber hecho trabajar a mi cuerpecito.
También he de reconocer que he repetido la experiencia. Considero que caminar a ritmo vivo (no vale salir a dar un paseo con la abuela) durante más de media hora es un buen ejercicio y seguro que las articulaciones me lo están agradeciendo.
Para terminar, una reflexión, te invito a pensar por un momento, querido lector, cuántos días de tu vida sólo te mueves en coche o corriendo, caminando como muchísimo del coche al trabajo, de casa al coche y ya como exceso, por el centro comercial...
pd: de mi reto para el 2011 de perder algún gramo, ya ni comento.
Por este camino te pones a andar y no paras... |
Parece básico... antes de intentar correr es necesario saber andar o, llevado a mi particular condición de pupas se podría explicar así: "antes de cometer la locura de hacer soportar a tu maltrecho, vago y vividor cuerpo de hacerle correr, aunque te demuestre cada nada que no quiere, que le sienta fatal, sería importante seguir este orden: primero levantarse del sofá, segundo caminar, tercero aumentar la cantidad y calidad del paseo poco a poco y, después de hacer esto muchas veces, ya si eso, correr". Ambas afirmaciones vienen siendo lo mismo.
Pero estos días no sólo he aprendido esta verdad. También he aprendido otra lección muy valiosa: andar rápido no es para nada un paseo.
En estos últimos días, todavía recuperándome de mi última lesión (de la que no me voy a quejar, lo juro), en un golpe de valentía sin igual, he querido probar a salir a andar. Tal fue la locura, que incluso me atreví a andar rápido, no por nada, sólo para que no se me hiciera muy aburrido. Total, que me armé con el mp3 y el abrigo, y me lancé a lo desconocido...
He de reconocer que la experiencia ha sido muy gratificante. No cumplí el objetivo de caminar durante una hora seguida (fue tan gratificante como aburrido), a la media hora hice una parada en casa de mis padres porque, casualidades de la vida, mis pasos se dirigieron hacia allí. Es curioso que puedo correr sin rumbo fijo tranquilamente pero si se trata de andar, la cosa cambia... En cualquier caso, cuando paré iba con el abrigo completamente desabrochado por el calor y con las pulsaciones a tope, síntoma de haber hecho trabajar a mi cuerpecito.
También he de reconocer que he repetido la experiencia. Considero que caminar a ritmo vivo (no vale salir a dar un paseo con la abuela) durante más de media hora es un buen ejercicio y seguro que las articulaciones me lo están agradeciendo.
Para terminar, una reflexión, te invito a pensar por un momento, querido lector, cuántos días de tu vida sólo te mueves en coche o corriendo, caminando como muchísimo del coche al trabajo, de casa al coche y ya como exceso, por el centro comercial...
pd: de mi reto para el 2011 de perder algún gramo, ya ni comento.
lunes, 21 de febrero de 2011
IX Circuito de Carreras Ecosport
Tengo una tarea importante para esta semana y es inscribirme en el IX Circuito de Carreras Populares organizado por el Club Ecosport (mi club o, mejor dicho, el club que cometió la locura de incluirme en sus filas). No voy a entrar en muchos detalles de los días de competición ni de las modificaciones de cada carrera, puede consultarse en la web de Ecosport.
La cosa es que lleva poco más de 10 días abierta la inscripción y ya van alrededor de 200 personas apuntadas. A este paso voy a tener que correr más rápido que nunca pero para no quedarme fuera.
El año pasado corrí el circuito por primera vez y pese a mi manía por querer pasarlo mal en las carreras, tengo que reconocer que disfruté muchísimo y que la organización fue perfecta, como no podía ser de otra manera siendo quienes son los organizadores. Todas las carreras del circuito son absolutamente recomendables.
Por lo demás, no quiero decir nada, pero me han soplado que la bolsa del corredor va a estar bastante bien. Desde aquí animo a los rezagados y a los indecisos a que se inscriban, no se van a arrepentir... Ya me lo dirán, ya.
miércoles, 16 de febrero de 2011
Pepe
Historia habitual en el mundillo de los corredores populares (por lo menos, en mi pequeño mundillo).
Pensemos en un "atleta" popular normal, al que le gusta salir día sí día no. Pongamos que este señor "atleta" se llama... Pepe. Una vez puestos en situación veamos lo que le pasó a Pepe el otro día:
Pepe sale de trabajar un día más de la oficina a eso de las 19:00. En estas fechas, a esa hora todavía no ha anochecido del todo. Según se monta en el coche y arranca piensa en que ya va quedando menos para el horario de verano que tanto le gusta para poder practicar su deporte favorito por caminos en lugar de por las calles. Piensa en que ya casi ha pasado el invierno y casi todos los días ha corrido de noche, buscando la iluminación de las, cada vez, más escasas farolas encendidas que hay por su barrio (aunque esto es otra historia y no viene al caso).
Llega a casa, hace como que hace algunas cosas de casa porque la cabeza no está en casa, si no que está recorriendo mentalmente la probable ruta de hoy. Hay que salir ya, que se hace tarde para cenar y puede hablar conflictos familiares. Se cambia todo lo rápido que puede, en total desde que coge la ropa del cajón hasta que se cuelga del cuello el mp3 pueden pasar tranquilamente 15 minutos. Unos minutos de calentamiento en la bicicleta estática y ya, preparado para salir.
Ya que sale, aprovecha para tirar la basura. Cierra la tapa del contenedor, enciende el cronómetro y... a correr. Por fin. Parecía que no iba a llegar nunca este momento. Por delante, 30 minutos, largos o cortos lo decidirá durante la marcha.
Pasan los minutos y van cayendo los metros (decir que caen los kilómetros me parecería demasiado soberbio y, además, faltar a la verdad). El primer tramo pica un poco para abajo, así que es bastante llevadero. Este rato ha venido bien para hacer un repaso de lo que ha sido el día. Pepe, inconsciente de lo que le va a ocurrir, piensa que lo malo vendrá a la vuelta, cuando tenga que subir.
Más o menos en el minuto 17 y 34 segundos (apróximadamente, no estoy del todo seguro), zas!! el gemelo izquierdo, algo está empezando a ir mal. No ha notado ni tirón ni nada parecido, simplemente ha comenzado a doler. Pepe hace de tripas corazón y aguanta lo inimaginable, consigue correr durante unos pocos segundos más hasta que su gemelo le pide por favor que pare. Y para. Se acabó el mejor momento del día. La historia se repite nuevamente...
En fin, no quiero aburrir más con historias tristes. Me cuentan que Pepe está un poco fastidiado pero tranquilo porque paró a tiempo y espera recuperarse en poco tiempo.
Vamos Pepe! suerte con tu recuperación!
Pensemos en un "atleta" popular normal, al que le gusta salir día sí día no. Pongamos que este señor "atleta" se llama... Pepe. Una vez puestos en situación veamos lo que le pasó a Pepe el otro día:
Pepe sale de trabajar un día más de la oficina a eso de las 19:00. En estas fechas, a esa hora todavía no ha anochecido del todo. Según se monta en el coche y arranca piensa en que ya va quedando menos para el horario de verano que tanto le gusta para poder practicar su deporte favorito por caminos en lugar de por las calles. Piensa en que ya casi ha pasado el invierno y casi todos los días ha corrido de noche, buscando la iluminación de las, cada vez, más escasas farolas encendidas que hay por su barrio (aunque esto es otra historia y no viene al caso).
Llega a casa, hace como que hace algunas cosas de casa porque la cabeza no está en casa, si no que está recorriendo mentalmente la probable ruta de hoy. Hay que salir ya, que se hace tarde para cenar y puede hablar conflictos familiares. Se cambia todo lo rápido que puede, en total desde que coge la ropa del cajón hasta que se cuelga del cuello el mp3 pueden pasar tranquilamente 15 minutos. Unos minutos de calentamiento en la bicicleta estática y ya, preparado para salir.
Ya que sale, aprovecha para tirar la basura. Cierra la tapa del contenedor, enciende el cronómetro y... a correr. Por fin. Parecía que no iba a llegar nunca este momento. Por delante, 30 minutos, largos o cortos lo decidirá durante la marcha.
Pasan los minutos y van cayendo los metros (decir que caen los kilómetros me parecería demasiado soberbio y, además, faltar a la verdad). El primer tramo pica un poco para abajo, así que es bastante llevadero. Este rato ha venido bien para hacer un repaso de lo que ha sido el día. Pepe, inconsciente de lo que le va a ocurrir, piensa que lo malo vendrá a la vuelta, cuando tenga que subir.
Más o menos en el minuto 17 y 34 segundos (apróximadamente, no estoy del todo seguro), zas!! el gemelo izquierdo, algo está empezando a ir mal. No ha notado ni tirón ni nada parecido, simplemente ha comenzado a doler. Pepe hace de tripas corazón y aguanta lo inimaginable, consigue correr durante unos pocos segundos más hasta que su gemelo le pide por favor que pare. Y para. Se acabó el mejor momento del día. La historia se repite nuevamente...
En fin, no quiero aburrir más con historias tristes. Me cuentan que Pepe está un poco fastidiado pero tranquilo porque paró a tiempo y espera recuperarse en poco tiempo.
Vamos Pepe! suerte con tu recuperación!
martes, 8 de febrero de 2011
Fracaso absoluto!!
Aclaración del título de la entrada: a los seguidores del programa El Hormiguero les sonará de algo. Es lo que dicen los buenos de Trancas y Barrancas cada vez que su compañero Marron falla en el efecto mariposa: Fracaso Absolutoooo!! Ahora cuento a qué viene la cosa.
Hace unos días comencé a escribir una entrada y, por falta de tiempo, la dejé medias. Cuando la he intentado retomar hoy, resulta que se me había quedado desfasada, así que he borrado todo y he empezado de cero. Si no fuese porque me ha dado la idea de lo que estoy escribiendo ahora, habría sido un fracaso, pero no es esto lo que me atormenta.
Ayer salí a correr un rato con la idea de correr la friolera de 40 minutazos y sólo pude aguantar poco más de 30. Esto no es una novedad, así que no lo considero un fracaso. Tampoco es esto...
También me pasó que, mientras "corría", se me ocurrieron algunas cosas medio interesantes para contarlas, pero no las apunté al llegar a casa y, por supuesto, se me han olvidado. Esto es triste pero tampoco hay que pasarse de crítico conmigo mismo. Tampoco...
En cuanto a mi propósito de perder un mísero kilo en el pasado mes de Enero, lo resumo en dos palabras: Fracaso Absolutoooo!! No solo no he bajado peso si no que he sumado unos cuantos cientos de gramos a mi figura... Para consolarme me dicen que será que he ganado músculo. Será eso...
pd: jajajaja, tanta intriga con el título para tan poca cosa. En fin... me gusta darle un poco de emoción a las cosas sin importancia.
Hace unos días comencé a escribir una entrada y, por falta de tiempo, la dejé medias. Cuando la he intentado retomar hoy, resulta que se me había quedado desfasada, así que he borrado todo y he empezado de cero. Si no fuese porque me ha dado la idea de lo que estoy escribiendo ahora, habría sido un fracaso, pero no es esto lo que me atormenta.
Ayer salí a correr un rato con la idea de correr la friolera de 40 minutazos y sólo pude aguantar poco más de 30. Esto no es una novedad, así que no lo considero un fracaso. Tampoco es esto...
También me pasó que, mientras "corría", se me ocurrieron algunas cosas medio interesantes para contarlas, pero no las apunté al llegar a casa y, por supuesto, se me han olvidado. Esto es triste pero tampoco hay que pasarse de crítico conmigo mismo. Tampoco...
En cuanto a mi propósito de perder un mísero kilo en el pasado mes de Enero, lo resumo en dos palabras: Fracaso Absolutoooo!! No solo no he bajado peso si no que he sumado unos cuantos cientos de gramos a mi figura... Para consolarme me dicen que será que he ganado músculo. Será eso...
pd: jajajaja, tanta intriga con el título para tan poca cosa. En fin... me gusta darle un poco de emoción a las cosas sin importancia.
domingo, 30 de enero de 2011
II Vuelta a los Jardines de La Granja
El 23 de Enero amaneció un mañana de invierno, muy muy fría. De hecho, en Ávila el día anterior no pasamos de 0º. Salimos a las 9:30 para recorrer los 80 km aproximadamente que separan Ávila de La Granja. El termómetro marcaba -5º cuando salimos y -4º cuando llegamos casi una hora después... vamos, que calor, lo que se dice calor, no hacía.
Aparcamos en las proximidades del Parador de Turismo, desde donde nos separaban poco más de 100 metros de la Plaza de los Dolores, recogimos el dorsal y volvimos al coche a disfrazarnos, esta vez, de largo: mallas largas, mi fantástica camiseta de manga larga Under Armour (cada día la quiero más) y un cortavientos finito. No me sobró nada porque, aunque el día era soleado, casi toda la carrera discurrió a la sombra.
Como suele ser costumbre, el calentamiento fue mínimo: 10 minutillos de trote y unos pocos estiramientos suaves. También calenté tobillos y rodillas y listo, a la salida. Hasta ahora no he hecho ningún calentamiento "en condiciones" por dos motivos: mi ritmo de carrera es tan bajo que puede considerarse calentamiento para cualquiera (recalentamiento en mi caso) y porque necesito absolutamente todas mis fuerzas para terminar con un mínimo de dignidad.
A las 11 se dio la salida, como siempre, estampida entre los 400 primeros de los 400 y pico que corrimos. No llevaríamos 500 metros de carrera y ya estaba rota la retaguardia. Pero bueno, es lo que suele pasar siempre, ya no me sorprendo. Según el perfil de la carrera, un poco de más de la mitad de la carrera era subida y el resto, bajada. Por tanto, desde la salida tocaba subir.
Entramos en los jardines del Palacio Real y recorrimos algunas de sus fuentes. Un privilegio poder correr en ese entorno. Para mi, lo mejor de la carrera, sin duda. Tras un par de kilómetros por los jardines salimos al exterior por una puerta lateral y entramos en el bosque de Valsaín. Aquí también hay algunos rincones dignos de ver.
Como se trata de una carrera de montaña, en algún momento tenían que llegar las complicaciones. Y llegaron en forma de dos tremendas cuestas de unos 50 metros cada una (aproximadamente, que con subirlas tuve bastante, como para sacar el metro y ponerme a medir...). Puedo decir que las subí andando porque quise pero lo cierto es que me cuesta creer que alguien consiga subir ese desnivel corriendo.
Como todo lo que sube baja, todo lo que llevábamos subido casi se baja de golpe en una cuesta bastante larga y, según dicen los expertos en carreras de montaña, técnica. Por supuesto, bajé andando.
Desde aquí quedaban unos 2 km en un terreno bastante favorable, picando un poco para abajo. Entrada al pueblo, un poco de callejeo y llegada a la meta. El tiempo para olvidar, pero acabé como un toro, así que contento.
Con motivo de las fiestas, en la Plaza de los Dolores se montó una degustación de viandas para las que tuvimos que esperar bastante rato. Aunque mereció la pena.
Después de esto, carretera y manta. Hasta la próxima!!
viernes, 28 de enero de 2011
Nieve
Foto obtenida de 4freephotos.com |
Hoy tenía pensado contaros cómo me fue en la carrera del pasado Domingo en La Granja de San Ildefonso, pero todo ha cambiado cuando esta tarde he salido a correr un rato y me he encontrado con un invitado inesperado: la nieve... Esto ha provocado que, sinceramente, prefiera hablar de lo que pensaba mientras corría que de la carrera que, total, ya no es actualidad. Aunque no me quedaré sin escribir sobre ella... es un aviso.
A lo que iba, esta tarde después de comer y dormir una reparadora siestecita de media hora, me he dispuesto a ponerme el disfraz de corredor de fondo. Al asomarme a la ventana, he visto la neblina cayendo sobre la ciudad (Ávila, para más señas), más concretamente sobre mi barrio y he dudado si salir o quedarme en el sofá debajo de una manta viendo nada en la tele. En el pasado habría optado por la segunda opción sin pensarlo, mejor dicho, no habría tenido dos opciones, sólo el sofá. Pero en estos tiempos que corren, opté por salir y, lo que es peor, tan contento. Algo está cambiando dentro de mí, pensé.
Disfrazado ya, me coloco los últimos adornos (el mp3 y el pulsómetro) y salgo de casa. Y al salir del portal... sorpresa. Los que también viváis en Ávila estareis pensando que algo en mi cabeza no va bien si me sorprendo después de las nevadas caídas la noche pasada y esta misma mañana, junto con la alerta amarilla por nieve que todavía tenemos en la provincia. Pues si pensáis así, siento deciros que os equivocáis, queridos lectores, mi sorpresa no vino por hecho de que estuviera empezando a nevar, si no de que no me diera la vuelta y cogiera el ascensor rumbo a mi querido sofá.... Y es que ya he dicho que algo está cambiando dentro de mí... hummm, y empieza a preocuparme.
Uno siempre que ha visto a gente correr bajo la lluvia, a las 8 de la mañana de un Domingo, de noche en invierno con las heladas que caen por aquí, y en multitud de situaciones en las que pensaba: están locos, o cosas peores. Hoy que me he visto corriendo bajo una manta de nieve pensaba en que me daba igual... no llego a la gente que incluso disfruta con las inclemencias pero debo decir que completé el "entrenamiento" que tenía pensado hacer al salir de casa.
En cuanto al "entrenamiento", ha consistido en unos míseros 25 minutos. Esta semana he decidido que sea de descarga, como he visto en algunos planes de entrenamiento, para la semana que viene intentar incrementar un poco el tiempo de las salidas.
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